Publicado en Radio Cooperativa
La democracia es una fachada detrás de la cual sólo hay unas cuantas vigas carcomidas por la polilla, llenas de polvo y excrementos. Los poderes políticos y económicos pretenden mantener la decorativa fachada del edificio democrático e impiden -con sus discursos machacones (reiterativos y pesados) y con otros métodos- que verifiquemos que detrás de la fachada existe algo todavía. A la democracia hay que arrancarla del inmovilismo, de la rutina y de la falta de credibilidad en sus propias virtudes; los factures rutina y falta de fe en sí misma son los que convienen a los poderes económicos y políticos. Si junto a la democracia política y, en un mismo plano, se situara la democracia económica y cultural, otras serían nuestras sociedades, otro nuestro mundo. Quizás todavía no sea demasiado tarde para pensar.
2 comentarios:
Creo q es verdad, veo q esto no es mas q marntiras, creo q nos estan manejando como quieren y lo peor es q lo sabemos, somos consientes y no desimos nada, sera por miedo o solo porque somos comodos y no queremos enfrentar la realidad?...
[b]Veronica[/b]
Que no va a ser solo fachada, si los intelectuales, en caravanas, van con mirra a rendir homenaje a los dictadores Que desverguenza! Que doblez!
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