Capitalismo y neocapitalismo

Fragmento de Cuadernos de Lanzarote II
Transcripción de apuntes del peridista Carlos Luis Álvarez, Candido

El sistema: El capitalismo clásico explotaba a los asalariados; el neocapitalismo explota a los consumidores. Es necesario que las mayorías acumulen cosas para que las minorías acumulen capital. Ingenioso.

4 comentarios:

alexisedua dijo...

Sigo creyendo que los que critican el capitalismo no están enterado de dos cosas: la primera, es que no se conoce quien fue el inventor del capitalismo, así tan claro como sabemos quien, y que hizo Pitágoras. Parece que se inventó solo. La segunda, es que en el reinado del capitalismo ha desaparecido el amenzante horizonte de pobreza para miles de millones de personas que hoy son clase media. Nunca antes fue igual. Estudien la historia.

diego dijo...

Supongo que tampoco figura en los libros de Historia el "inventor" del maltrato a las mujeres, y no por ello es algo que deba dejar de ser repudiado.

¿No le parece?

Efectivamente como bien expone usted, en el mundo actual, regido por el capitalismo más salvaje, millones de persona disfrutan de una vida digna, mientras 10 millones al año mueren de hambre(niños la mayoría).

Esa es la pura y dura realidad, así que creo que como mínimo, alguna crítica merecerá dicho sistema.

¿No le parece?

Isidoro dijo...

El caos es un orden por descifrar "es la prefasis de un libro de Saramago, aunque la frase no sé si es de él". El sistema en el que vivimos, llámese como se llame, gustosos de la historia o gustosos de una realidad que exprime las consciencias de aquellos que la habitan, es un sistema viejo, roto, barnizado una y otra vez por la sangre de todos los que mueren de hambre, mueren por falta de medicamentos, mueren por falta de una operación que no llega a tiempo, mueren por el penetrante frío que juguetea a su lado por las calles de Madrid mientras ellos cometían el simple delito de dormir en colchones en las puertas de los cines de la gran vía. Amantes de la historia de Cicerón, de Rómulo y Remo, de Aristóteles o de Napoleón, amantes de todas civilizaciones pasadas, os dirán, que vuestra amada, la historia contemporanea, no es más que esa prostituta que con sus manos intentó dar la cicuta a Sócrates para provocar no su muerte, sino la muerte, el desvanecimiento del aroma que en el ambiente de los jóvenes habían dejado sus ideas. Pues bien, esa prostituta tomó la anticicuta, motivo por el cual aún vive entre nosotros, unos días como compañera de alcoba de los soldados americanos, susurrándoles al oido mientras deja que ellos acaricien con sus poderosas manos todo su cuerpo, que sus enemigos, aquellos que no conocen de nada, jamás poseerán dama tan bella con la que poder saciar sus instintos, y otros días, más abrigada que en la alcoba de los soldados, vestida con telas que le proporciona el poder de la política, es aquella que a nuestro lado, sentada en cualquier banco de un parque, nos intenta convencer de que cada uno tiene lo que se merece, de que hay que luchar por escalar, y por llegar a ser aquello, que no sé si a ustedes, pero que a mí no me gustaría llegar a ser.

elcessar dijo...

Es recurrente la estrategia de los intelectuales, de izquierda, satanizar a ultranza al capitalismo, pero cierran farisaicamente sus ojos a la explotación barbarie y sometimiento en los "paraisos" comunistas con sus cínicos zátrapas

Augus.