Por qué, para qué, para quién

Publicado en Campus Diario

El único antídoto para el mal funcionamiento de la democracia es una sociedad crítica que no se limite a aceptar las cosas por lo que parecen ser y luego no son, sino que se haga preguntas y diga no siempre que haya que decir no. Por qué, para qué y, la más importante, para quién, son las tres preguntas fundamentales que deberíamos formular al primer ministro, al profesor, al padre, al hijo, casi a propósito de todo lo que ocurre, aunque ello dé un poco de trabajo.