Fuente: La jornada
El diálogo es la única salida al conflicto armado que afecta a Colombia desde hace 41 años, el cual ha dejado más de 100 mil muertos y unos 3.5 millones de desplazados. La sociedad civil colombiana no puede limitarse a ser espectadora del desastre y tiene que reaccionar con indignación.
La existencia de la guerrilla sólo ha producido muerte, cantidad de desaparecidos y tres mil o cuatro mil secuestrados. Así fuera sólo por secuestros, la acción de las FARC es condenable. Ninguna guerrilla política vive de secuestros tanto tiempo y menos si mantiene durante años a inocentes secuestrados. Esto no es luchar por ideales. Lo peor es que ya no pueden vivir de otra forma.
El camino para salvar la vida de quienes están en cautiverio, es el acuerdo humanitario y que en eso debe insistir el pueblo colombiano. Así sea una sola vida que se salve, o dos o tres, vale la pena.
La sociedad civil colombiana tiene que manifestar de una forma visible y activa su exigencia de una solución. Hay que seguir buscando vías de diálogo por parte del gobierno y se necesita de la guerrilla una voluntad real de paz.
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