Cuanto más viejo más libre, y cuanto más libre más radical

Publicado en Espectador.com

Yo no puedo olvidar que la vejez no es condición de libertad. Casi siempre es exactamente lo contrario. Puede ocurrir, y parece que es mi caso, que como lo tengo todo resuelto económicamente, porque tengo una salud increíble -ya casi diría injusta-, puedo decir que "cuanto más viejo, más libre". Más libre, por más maduro. Más rico, por más consciente. Más libre por una especie de libertad interior. A mí nada se me puede quitar sino la vida. Pueden quitarme el bienestar y todo eso, pero hay un núcleo, quizás esa cosa que no tiene nombre y que es lo que somos... ¿Por qué más radical? Más radical porque uno sencillamente ha perdido la paciencia. Es eso.
Uno ha perdido la paciencia, no está dispuesto a aguantar. Hace años digo que la palabra más admirable, la que debemos usar instantáneamente siempre que sea necesario -y desgraciadamente lo es todos los días- es la palabra "no". Puede ser por haber perdido la paciencia, es una buena razón para decir "no". Pero también se puede usar como una postura de espíritu. Es decir, yo dudo mucho que hayamos nacido para ser libres pero lo libertad es eso, es una conquista.
¿Cómo se manifiesta esa libertad? Haciendo cada uno lo que quiere y sin dar la más mínima importancia a lo que quiere el otro. No, claro que no.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No sé si el "NO" es válido o, por el contrario, es una negación que nos impide avanzar. Tengo duda.
Sin mbargo hoy sé que la paciencia se está acabando, pero... ¿en quién confiar?... ¿en los políticos?
Verdaderamente, la respuesta es !NO!
Confío en ti y en mi. Somos los que podemos con todo, a pesar de todo.
Sin duda, venceremos.

pankarta dijo...

Hay
Pablo Mora

In memoriam: José Saramago

Hay un retrato de agua y de quebranto palabras de entre casa y las de cambio un juntar de palabras escondido una cuerda más tensa y resonante la amenaza de muerte o de esperanza hay sombras y luciérnagas hay vida ese olor de mujer que nos persigue o ese clamor de patria que nos reta o con el alma de la patria en ascuas una vena sangrando de pavor la nocturna memoria sofocada el murmullo del día amanecido la jaula de locura enfurecida hay mentiras de más y compromisos la vida inesperada descubierta la promesa escondida en la semilla aguas blancas secretas reunidas lo amargo de las sombras y las penas

Hay el grito solar como protesta el infierno el martirio de los hombres un río una promesa el mar dormido un juego de demencia una ventana el íntimo rumor que abre las rosas el camino del perro su pupila señales de estar vivo y en peligro la noche y su recado a la intemperie altos troncos y en lo alto el claro canto la palabra y el llanto y sus hogueras el mar su llamarada sus confines grandes secretos todos escondidos hay un terror de manos en el alba un rechinar de puerta una sospecha un grito que horada como una espada un ojo desorbitado que te espía hay un fragor de fin y de derrumbe un enfermo que rompe una receta hay un niño que llora medio ahogado hay un juramento que nadie acepta una esquina que salta en emboscada un trazo negro un brazo que repele un resto de comida masticada una mujer atada que se acuesta

Hay flores que navegan en azul hay la antigua memoria de las aguas un árbol que conozco de memoria hay un hombre velando desatado hay una noche insomne rebelada la lumbre del asombro al descubierto el fondo más lejano de los vasos hay un viento que danza hay una calle un cielo hay unos árboles en fila hay una soledad ciertos recuerdos hay una atmósfera de hollín cargada de asombro de pavor de escarapela hay un viento que danza enloquecido hay un reloj de tiempo detenido hay un reloj paralizado ahora una calle un rencor hay alguien solo hay hambre junta en oleada atroz hay hambre antigua nueva y a montones la miseria el luto otra vez el hambre al hombre lo cobija el hambre antigua en el umbral del tiempo se acurruca sólo comemos soledad y pena seguimos con el hambre todavía en el ruedo del hambre y de la guerra se agiganta la sombra de la muerte la lluvia Dios el hombre tienen hambre

Hay un paso dos muros escondidos hay un batir de remo acompasado el silencio que ahoga y amordaza de pie la cuerda tensa del orgasmo la sombra de la muerte que reúne el peso de la noche y el gemido el reverso del trono el rudimento la promesa dormida en la semilla hay el grito solar como protesta el grito la amenaza el perro malo la pena del silencio el sinsentido hay un terror de manos en el alba el aullido del pan acá en la puerta la pólvora y el pueblo y la palabra hay la esquina del tiempo que resurge el destino del hombre su sollozo hay un pobre que llora en el barranco un niño que entre lluvias llanto apaña hay un dolor de huecos por el aire hay una luna canjeada en muerte —miserable torpeza de la noche— hay divinos almácigos en guardia hay un hombre que lucha con su hambre hay mil pruebas mortales que vencer hay que amar con horror para salvarse ¡Hay hermanos muchísimo qué hacer! (PSA).

pablumbre@hotmail.com